Si tienes la oportunidad de que alguien te lleve a una pelea de gallos en las afueras de Santo Domingo, no lo dudes. Ármate de valor. Quizás no vuelvas. No tanto por la inseguridad que la hay, y mucha, sino por las propias peleas que a veces no son sólo de gallos. No es apto para sensibilidades frágiles. Asegúrate antes de ir de que la persona que te acompaña te de su palabra de gallero. No hay expresión más seria que ésta en la República Dominicana. Fíate de este hombre , seguro que no te va a pasar nada.