El pasado día 28 de agosto, se cumplieron diez años de su muerte. Cuando Juan trabajaba en una serie de pasamanos, Julián López le llevó una foto como ésta. Tanto le gustó el pasamanos, la ventanilla y el suelo que quiso llevárselos enteros. Julián le disuaudió.
Esta foto es de la estación del tren de Gómara (Soria) y volví a fotografiarla el otro día. El pasamanos sigue, su vida no.