Con toda la mierda que hay que limpiar.

Sabido es que la Madre Naturaleza esconde los más bellos rincones… Pequeños paraísos que logran emocionarnos y conmovernos hasta en lo más hondo de nuestro espíritu.
El hacer del buen fotógrafo traduce en imágenes los espacios, las luces y los elementos, para acercarnos todas las sensaciones que percibe con su cámara…
Es la fotografía de paisaje.

Sabido es también que algunos de sus hijos, necesitan de la construcción diaria de nuevos paraísos para dar sentido a su existencia y demostrar al resto quien es el Rey de la Creación.
Son los ojos del buen fotógrafo los que traducen en imágenes esa intervención de estos “elementos” de dos patas y, ojalá pronto, desechados, a partir de los elementos que desechan y abandonan no importa dónde…
Se trata de otro tipo de paisaje: demoledor, bastante más difícil de encuadrar… ¿Paisaje Urbano? … ¿Paralelismo simbólico?

Es sólo una buena fotografía de un buen fotógrafo…
Una fotografía de elementos abandonados…
Una fotografía que nos mueve a reflexionar sobre los términos “evolución”, “consumo”, “progreso” y “desarrollo” en los que estamos inmersos…
Una fotografía que logra agitar lo más hondo de nuestro espíritu para que nuestra conciencia despierte…
¿Podrán las conciencias de nuestros gobernantes y de quienes mueven sus hilos descansar sobre este elemento-colchón, abandonado bajo el cielo?
¿Estamos realmente satisfechos con sus políticas y con nuestros logros?
¿Podrá nuestra conciencia permitir que todo esto siga teniendo lugar?

Francisco de Asís

Siendo el séptimo madamiento de la iglesia católica, 'no robarás' y sabiendo que una buena confesión te dirime de tus faltas, deberían tener los confesionarios en estas fechas unas largas listas de espera. O no.

Se construyeron con la desidia de un compromiso adquirido, se habitaron con las ganas de marcharse y se mantienen con la resignación del fracaso acumulado. Son barrios que no tienen nombre. Son barrios con apodo.

Tanto en el arte como en la vida hay siempre cosas que llaman poderosamente la atención.